martes, 12 de julio de 2011

Día #12: Unawatuna - Galle - Colombo

Último día en Sri Lanka. Y ya sabemos cómo suelen ser estos días de viaje, con maletas, aeropuertos y demás. Así que ante este panorama, nos hemos mentalizado para ir a un ritmo tranquilo, sin prisas ni agobios. Hemos desayunado de fábula por última vez en el resort sobre el océano en Unawatuna, Thaproban, y hemos ido a la estación central de Galle a coger el tren de las 10:55 dirección Colombo.
El viaje ha sido muy bonito. El tren transcurre paralelo a la línea de la costa, y hay momentos en los que la distancia que nos separa de la playa es de menos de 5 metros; el ruido de las olas se percibe incluso con el traqueteo del tren y los vendedores ambulantes que pasan sin cesar entre vagón y vagón.

Primera experiencia en Asia, y primera toma de contacto con una gran capital. Qué horror !!! Nada más salir de la consigna de la estación donde custodiarán las maletas hasta la noche, una sensación de ruido, contaminación, suciedad,..., en resumidas cuentas, nada a lo que estuviéramos acostumbrados hasta la fecha.

 Poco a poco, nos hemos alejado del centro, de los barrios de Petha y Fort, para poner rumbo al malecón, donde el aire es respirable, y nos permite disfrutar algo más de esta capital. Es una zona donde la gente viene a pasear, a jugar, a volar cometas,...
 
Buscamos el Galle Face Hotel, un hotel de ensueño, europeo, pero a la antigua, una de las joyas de esta ciudad. Un oasis en el desierto que nos espera para tomarnos un respiro (y algo más) y ver cómo la gente guapa (la mayoría blancos europeos) se reúne a charlar.
 
Y desde aquí, con pena por tener que abandonar este maravilloso país, recogemos el equipaje, un último bus nos lleva al aeropuerto y a las 3 de la madrugada, ponemos rumbo a casa.

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