martes, 12 de julio de 2011

Día #9: Tissa - Unawatuna

Vaya madrugón. Con los ojos medio abiertos, y un té con leche caliente, nos subimos al jeep en busca de los leopardos del Parque Nacional de Yala, una de las extensiones naturales más importantes de Sri Lanka. De su amplia extensión, tan solo es posible acceder a una cuarta parte.
Una vez en el Yala, todos alertas, para buscar a estos felinos tan esquivos, sobre todo en cuanto el calor empieza a apretar. Por los distintos caminos, nuestro conductor-guía-'tracker', nos lleva de un sitio para otro. Por el camino, paradas para ver de cerca otras especies animales: mangostas, búfalos, jabalíes salvajes, cocodrilos, elefantes, aves y hasta un oso !!!
 
 
 
 

El paisaje es una pasada. Además, el día acompaña de nuevo, con sol y calor. Nos bajamos del 4x4 en dos ocasiones, una al lado del océano índico, y otra en uno de los ríos internos del parque.
 

Tras más de 5 horas de safari, nos despedimos de la aventura sin el premio gordo de ver los leopardos.
Cubiertos de polvo, volvemos al alojamiento, para coger las mochilas y, sin perder ni un minuto, cogemos un bus que nos llevará por la carretera de la costa sur, hasta nuestro siguiente destino: Unawatuna. Por el camino, cantidad de playas que fueron asoladas por el tsunami del 2004. Una de las cosas que más nos llamaba la atención ,era la gran cantidad de improvisados cementerios con unas pocas lápidas, intercaladas entre casas y terrenos cultivados. También se podían apreciar los palos sobre los que, al atardecer, los pescadores se suben y que a la hora que nosotros pasamos con el bus, estaban vacías.
 

4,5 horas de bus (con trasbordo incluido en Matara) donde lo más destacable fue el susto que se llevó Susana nada más subir al segundo autobús. Y es que allí le estaba esperando una culebrilla de un color verde intenso, escondida en el carril de la ventana; todo la gente de alrededor saltó de sus asientos y el conductor se acercó y no se si con un palo o con la mano la tiro fuera del bus. Menos mal que aún no habíamos iniciado la marcha, que si no !!!.

Por fin, llegamos a la tan deseada playa, donde el objetivo era descansar, en un alojamiento algo más lujoso, que nos permitiera relajarnos en las playas del índico.
 
¿ Creéis que lo logramos?

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